
Combinando Yoga y Meditación para el Día Internacional del Yoga
La meditación se ha practicado durante miles de años, originalmente estaba destinada a ayudar a profundizar la comprensión de las fuerzas sagradas y místicas de la vida. En estos días, la meditación se usa comúnmente para la relajación y la reducción del estrés. Se considera un tipo de medicina complementaria cuerpo-mente y puede producir un estado de relajación profundo y una mente tranquila.
La clave es enfocar su atención y eliminar los pensamientos confusos que pueden estar abarrotando su mente y causando estrés. Este proceso puede resultar en un mayor bienestar físico y emocional.

Los beneficios
- Adquirir una nueva perspectiva sobre situaciones estresantes
- Desarrollar habilidades para manejar el estrés
- Aumento de la autoconciencia
- Centrarse en el presente
- Reducir las emociones negativas
- Incrementar la imaginación y la creatividad.
- Aumento de la paciencia y la tolerancia.
La práctica conjunta de yoga y meditación fortalece la conexión entre la mente y el cuerpo, y mejora la condición física y el bienestar en general. Empieza por la atención plena. Siéntate, sintoniza tu respiración y toma conciencia de las sensaciones, emociones y pensamientos del momento, sin detenerte en el futuro o el pasado. simplemente ESTAR PRESENTE. Luego, convierte el yoga en una forma de meditación en movimiento.
«No se trata de adoptar la postura o del lugar al que te diriges a continuación, simplemente disfrutar de lo que sucede en cada momento a medida que sucede» – Sarah Beth.

1. Define una intención o Manta
Un mantra es una frase que repetirás durante tu meditación y que te ayudará a concentrarte. Puedes repetir las palabras en tu cabeza «inhala – exhala» o algo más profundo como «No soy mis emociones».
2. Relájate
Respirar es muy importante, trata de liberar los pensamientos y sentimientos mientras exhalas. Inhala y exhala por la nariz mientras mantienes una ligera contracción en la parte posterior de la garganta y mantienes los labios cerrados.
3. Siente
Sal de tu ocupada cabeza y concéntrate en tus sensaciones físicas. Observa dónde está manteniendo la tensión, en qué posiciones puedes querer permanecer más tiempo y qué ajustes está pidiendo tu cuerpo para sentirte más equilibrado.